La paloma

Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
Que las estrellas rocío,
que la calor la nevada.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
(Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.)

Rafael Alberti,                                                                                                                                                          Entre el clavel y la espada (1941)

Alberti fue un hombre español de la generación del 27, partidario del bando comunista de la época. Antes de que se adentrase en el mundo de la escritura, quiso ser pintor y de hecho dedicó varios poemas a Pablo Picasso ya que le fascinaba. Este es un famoso poema suyo, perteneciente a la obra «Entre el clavel y la espada».  Llegó tanto a la gente, que se hizo una canción sobre este en el mismo año.

La paloma es un poema sobre el que se ha escrito mucho y del que se han llegado a sacar diferentes conclusiones y perspectivas. Alguna gente opina que el tema principal es la interpretación errónea del mundo, mientras que otros dicen que se trata de un concepto amoroso, siendo el propio Alberti la paloma que menciona y la cuál admite y se queja de sus errores.

El autor utiliza rima asonante en versos compuestos por ocho sílabas. Emplea recursos literarios como paralelismos: «Creyó que el trigo era agua/Creyó que el mar era cielo», y también la frase «se equivocaba» junto con algunas anáforas. Esto le da musicalidad al texto. Destaca la confusión que quiere reflejar el autor con la paloma, y para ello usa contrarios: mar, cielo; mañana, noche; norte, sur… Podríamos decir que el poema se trata de una variante del romance, por todas sus características. Aunque el segundo verso rompe con la estructura.

Diego Jaureguízar

«Se querían»

Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura, labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.

Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.

Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.

Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando…
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.

Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo

Vicente Aleixandre, la destrucción o el amor

“Se querían” fue escrito por Vicente Aleixandre, un poeta de la Generación del 27 que obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1977 y pertenece al género lírico. Este poema corresponde a la obra La destrucción o el amor (1935) con la que el escritor ganó el Premio Nacional de Poesía. “Se querían” pertenece a la etapa surrealista de Aleixandre.

El poema refleja el amor existente entre dos personas. El autor utiliza a la naturaleza para transmitir esas sentimientos amorosas.

“Se querían” está organizado en 8 estrofas de 4 versos libres cada una,  a excepción de la primera y la última de ellas. El poema, además, no tiene rima (cosa característica del siglo XX, y también del surrealismo, etapa del autor a la que pertenece este poema), pero a pesar de esto, sí que tiene un ritmo marcado debido a las repeticiones iniciales del verso, para dar al poema un énfasis, una continuidad y un ritmo particular, y también gracias a las pausas de frases y sintagmas y una medida similar de los versos.

La estructura interna se puede dividir en tres partes. La primera parte corresponde a las 4 primeras estrofas en las que habla sobre el amor entre los amantes durante la madrugada y el amanecer. El autor hace un utiliza un símil «se querían como las flores a las espinas hondas» y en toda la segunda estrofa en general, Aleixandre compara a los amantes con girasoles porque los girasoles giran a medida que se mueve el sol al igual que los amantes giran el uno en torno al otro. Además, como ya he mencionado antes, el autor utiliza la anáfora, ya que se repiten las palabras del título “Se querían” a lo largo del poema. En esta primera parte también hay metáforas y personificaciones como «sufrían por la luz, labios azules en la madrugada» y «labios saliendo de la noche dura«, estas hacen referencia a que hacia frío un causa por  la que los labios estaban morados e incluso sangraban tras los besos de los amantes «labios partidos, sangre ¿sangre dónde?«. Otra metáfora aparece en la tercera estrofa «los valles se estiran como lomos…» y esta explica el efecto del amanecer sobre los valles.

La segunda parte está formada por la quinta, sexta y séptima estrofa. En estas se habla del amor en plena luz, durante el día, y cuando se acerca la oscuridad, el anochecer. Esta segunda parte comienza con una personificación en la quinta estrofa «playa que va creciendo» y «ondas que por los pies acarician los muslos«. A través de esta, el poeta nos muestra un momento en el que están los amantes en la playa y de repente una ola les alcanza y les moja. En el verso 25 también hay un hipérbaton (“En cuerpos en soledad cantando”/Cuerpos cantando en soledad). Poco a poco el día va avanzando y es medio día en la sexta estrofa. La estrofa siete hace referencia a la llegada de la noche y el comienzo de un nuevo día.

En la tercera parte  o conclusión, (30-34) el autor enumera todas las sensaciones vividas de todos los momentos vividos a través del asíndeton lo cual aligera el ritmo del poema en esa parte.

En conclusión, «Se querían» es un poema de la etapa surrealista de Vicente Aleixandre. En él, el autor describe el amor idealizado, un amor incondicional entre los amante, que al parecer están juntos todo el día. Esta amor incondicional es algo que no existe y que probablemente nunca vaya a existir.

Gema Mate Álvarez

Cerré Mi Puerta Al Mundo

» Cerré mi puerta al mundo;
se me perdió la carne por el sueño…
Me quedé, interno, mágico, invisible,
desnudo como un ciego.

Lleno hasta el mismo borde de los ojos,
me iluminé por dentro.

Trémulo, transparente,
me quedé sobre el viento,
igual que un vaso limpio
de agua pura,
como un ángel de vidrio
en un espejo.
«

Emilio Prados fue un escritor perteneciente a la generación del 27, cuya obra poética se divide en tres etapas. En la primera etapa (1925-28), Prados se caracterizó por la búsqueda de correspondencias de la naturaleza con el ser y vincula elementos vanguardistas con sus raíces andaluzas y la poética pura. La segunda etapa (1932-38) se basó en la poesía social y política, y la última etapa (1939-1962) consistió de una poesía filosófica con temas como la soledad, la vida nueva, la solidaridad, etc.

Este poema pertenece al libro Cuerpo Perseguido (escrito en 1927-1928 y publicado en 1946) y a la primera etapa de Prados. El tema principal es la búsqueda por la soledad o incluso la muerte. El autor describe su opinión sobre la existencia y como caminar por ella, con auténtica transparencia y verdad.

El poema se divide en tres estrofas. En la primera, Emilio describe la muerte de un hombre y como este se transforma en alma. Este alma esta «desnudo como un ciego» sin saber a donde ir. En la segunda estrofa, explica que es un alma llena y que al iluminarse ve a Dios que le ubica y le guía. Por último, en la tercera estrofa, el autor nos hace ver como el alma limpia, va subiendo hacia su destino, el cielo. A la vez, nos cuenta como es la transparencia del alma «como un ángel de vidrio reflejado en un espejo».

Emilio Prados utiliza la comparación y la metáfora en el poema, y destaca el lenguaje bonito compuesto por adjetivos y palabras cultas. Los versos son libres y la rima escasa pero asonante. Estas características son propias de la generación el 27.

En conclusión, el poeta describe su opinión sobre la muerte y llegada al cielo y la trasformación del cuerpo en alma al fallecer, mas que de la búsqueda por la soledad.

Jorge Gonzalez-Gallarza

NOCTURNO

Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre

se escucha que transita solamente la rabia,

que en los tuétanos tiembla despabilado el odio

y en las médulas arde continua la venganza,

las palabras entonces no sirven: son palabras.

Balas. Balas.

Manifiestos, artículos, comentarios, discursos,

humaredas perdidas, neblinas estampadas.

¡qué dolor de papeles que ha de barrer el viento,

qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua!

Balas. Balas.

Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste,

lo desgraciado y muerto que tiene una garganta

cuando desde el abismo de su idioma quisiera

gritar lo que no puede por imposible, y calla.

Balas. Balas.

Siento esta noche heridas de muerte las palabras.

Rafael Alberti, 1937

Rafael Alberti fue un famoso poeta español nacido en El Puerto de Santa María, Cádiz en el 16 de Diciembre de 1902 perteneciente a la generación del 27 y miembro del partido comunista de España. Es considerado uno de los poetas más grandes de  la Edad de Plata de la literatura Española junto con muchos de sus amigos de la Residencia de Estudiantes como García Lorca y Pedro Salinas. Alberti murió el 28 de Octubre del 1999 en El Puerto de Santa María.

El poema “Nocturno” perteneciente a el libro “De un momento a otro” (1937) trata sobre el lamento del autor sobre que las palabras son sustituidas por balas en momentos de violencia y rabia. El tema de la obra es que las palabras no valen de nada en momentos de guerra. Se puede ver claramente la angustia del autor por la guerra y de cómo las armas están sustituyendo a las palabras, los libros y la cultura y no hay sitio para el debate y la paz (vivió la Guerra Civil).

Se puede dividir el poema en tres partes internas; la primera (1 estrofa) introduce el tema y la tesis, que es que la violencia y la rabia no dejan lugar a las palabras y el debate. La segunda parte que esta formada por la segunda y tercera estrofa refuerzan la tesis anterior;  pues que los artículos, discursos y escritos de los periodistas y políticos están siendo sustituidos por las armas y la violencia y después admite que a el mismo le pasa lo mismo. La tercera y última parte es el verso final que es una especie de conclusión en la que dice que las palabras están heridas y en peligro.

Se pueden ver rasgos y características de la generación del 27 en este poema como la belleza a través de la imagen representando la realidad sin describirla y el interés del autor por los asuntos importantes del hombre, en este caso la guerra y la falta de cooperación para llegar a la paz.

Julio Méndez, 30/05/16

 

Amada exacta

Amada Exacta

Tú aquí delante. Mirándote
yo. ¡Qué bodas
tuyas, mías, con lo exacto!

Si te marchas, ¡qué trabajo
pensar en ti que estás hecha
para la presencia pura!

Todo yo a recomponerte
con sólo recuerdos vagos:
te equivocaré la voz,
El cabello ¿cómo era?,
te pondré los ojos falsos.

Tu recuerdo eres tú misma.
Ahora ya puedo olvidarte
porque estás aquí, a mi lado.

Pedro Salinas, 1929.

Pedro Salinas fue un autor y poeta que nació en Madrid el 27 de noviembre del año 1891 y murió en Boston el 4 de diciembre de 1951. Salinas estuvo involucrado en la Generación del 27, y muchos expertos dicen que fue el poeta por excelencia de dicho movimiento. Una característica de la poesía de Salinas es el «conceptismo de interior´´, que agrupaba los significados de los términos y usaba las paradojas. Sus poemas estaban marcados por su preferencia por el verso corto y porque casi siempre renunció a la rima.

En este poema se puede ver perfectamente la preferencia del autor por el verso corto, ya que el verso más largo está formado por 10 sílabas métricas. Esta formado por tres tercetos y un quinteto (terceto, terceto, quinteto, terceto), y carece de rima.

En el poema se pueden ver figuras literarias como paradojas, como «tu recuerdo eres tú misma´´ que mustran otra vez al lector las preferencias tan características de Salinas. Otro factor que llama la atención al lector es el hecho de que las cuatro estrofas empiezan con una acción en su primer verso (Mirándote.., Marchas..,Recomponerte.., Eres.), lo que indica las ganas de acción del escritor.Salinas utiliza expresiones como «te equivocaré la voz´´ y «te pondré los ojos falsos´´,y las utiliza bastante enfáticamente, ya que pone la segunda tan sólo un verso después de la primera, para explicar lo que pasaría si la mujer a la que escribe este poema le dejase.

Ya en la última estrofa, Salinas usa la paradoja « ahora ya puedo olvidarte, ya que estás aquí a mi lado´´ para representar el hecho de que esa afirmación de que la mujer le dejaría. Pero es esa estrofa cuando Salinas desvela el significado del poema, lo que representaba Salinas, en referencia a qué acontecería si ella le dejase, es  algo hipotético, ya que ella esta junto a el. Para mi, la moraleja clara de este poema es que hay que aprovechar la presencia de nuestros seres queridos al máximo, ya que cuando se vayan, sea por defunción o por otra causa, les echaremos de menos.

Jaime Terrés Oñate, 30/05/16

Enhiesto surtidor de sombra…

Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.

Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.

Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,

como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.

                                                                                                           Gerardo Diego,
                                                                                                       «El ciprés de Silos»,1936.
          Gerardo Diego fue un escritor español (Santander 1896-Madrid 1987)  de la generación del 27. Fue un escritor que incursionó en la crítica, en el ámbito de las letras, la musicalidad de los versos y en el mundo de los toros. Es un cultivador de las formas tradicionales y vanguardistas, lo cual es una característica bastante llamativa de los autores de aquella época. Gerardo Diego llegó un día para pasar la noche con su amigo Mariano Granados y en su habitación escribió esta obra la cual al despedirse al día siguiente de los monjes dejó el poema escrito en el libro de visitas. Durante muchas años no existió otra copia más que esa.  Años después volvió al monasterio y compuso un soneto llamado «Primavera en Silos» y junto con «Ausente» y completo su trilogía en 1936.
      Algunas de las características del 27 son la renovación estética y el uso de las innovaciones que aportan las vanguardias sin abandonar lo tradicional. En cuanto a la métrica se usaban estrofas clásicas como el soneto, el romance o el villancico. Finalmente evolucionan desde el punto de la vista temática, hasta la preocupación a la hora de escribir que generalmente era la forma y el arte del poema y más tarde los autores del 27 desarrollaron mas lo que era la poesía deshumanizada,el problema existencial del hombre y la preocupación por el dolor, la alegría, los recuerdos… más que por la estética.Estas características se pueden ver reflejadas claramente en este poema.
    El tema principal de esta obra es religioso, y consiste en el anhelo de elevación espiritual por parte del autor. Este poema es un soneto de estructura clásica, es decir, con versos endecasílabos y rima consonante; ABBA ABBA CCD EDE. En los primeros versos (1-8) que son dos cuartetos, el autor narra el foco central de la obra, que es el ciprés, y su contemplación, al mismo tiempo representandole  metafóricamente como Dios al cual le atribuye metáforas como por ejemplo: «enhiesto»(1), «surtidor» (1), «lanza» (2), «chorro» (3), «mástil» (5), «flecha» (6), «saeta» (6), «torre de arduos filos» (12). Rasgos que simbolizan y representan su anhelo por ser mas espiritual y puro, por aumentar su fe y que ascienda en sus creencias, y se puede observar bien cuando dice (11) «y ascender como tú, vuelto en cristales» comparandose el con el crecimiento del árbol.Todos estos nombres que el autor utiliza para representar a Dios son objectos y nombres que apuntan al cielo, simbolizando la casa de Dios y su deseo por el aumento católico. Gerardo Diego también narra como sin Dios se siente mas solo y aislado (5) «mástil de soledad, prodigio isleño». Aparte de las numerosas metáforas que usa también hay una hipérbole al decir (3) «a las estrellas casi alcanza» refiriendose al ciprés. Por último en la otra mitad de el poema (9-14) que son dos tercetos, el poeta habla más de sí mismo y sus sentimientos respecto a la elevación espiritual hacia Dios y el efecto que ha producido en su contemplación del ciprés. Respecto al lenguaje en estos dos tercetos la adjetivación es bastante abundante (9) «señero, dulce, firme». El autor narra como antes de ver al ciprés el estaba confuso respecto a sus creencias e inquieto (8)»mi alma sin dueño» y el ciprés le transmitía serenidad al observarlo.
         Respecto al lenguaje del poema, Gerardo Diego muestra la capacidad para transformar la realidad a través de lo que él ve objetivamente y mirarlo subjetivamente mediante las imágenes poéticas que se ven que son de las vanguardias al hacer uso de la metáfora y de imágenes innovadoras y atrevidas como la de manifestar su fe mediante un árbol que se convierte en un símbolo de espiritualidad. Luego también, es un poema con un lenguaje sencillo y culto, que es otra de las características de la generación del 27 junto con la innovación de las imágenes poéticas de las vanguardias. El lenguaje, la temática y la manera en el que esta escrito el poema también transmite paz y serenidad debido al uso de palabras que usa el autor pero todavía perdura y se puede observar un toque de pesimismo de la época al narrar su anhelo de conseguir algo que no tiene y que da por hecho que nunca va a tener.
         Finalmente, la conclusión es que el «Ciprés de Silos» es una muestra de la capacidad de Gerardo Diego al combinar las metáforas con un fino sentido musical y también la espiritualidad que produce a los lectores para tener mas fe y hacerles reflexionar.
                                                                                                                          Cristina Arcones

Monstruos

Todos los días rezo esta oración
al levantarme:
Oh Dios,
no me atormentes más.
Dime qué significan
estos espantos que me rodean.
Cercado estoy de monstruos
que mudamente me preguntan,
igual, igual, que yo les interrogo a ellos.
Que tal vez te preguntan,
lo mismo que yo en vano perturbo
el silencio de tu invariable noche
con mi desgarradora interrogación.
Bajo la penumbra de las estrellas
y bajo la terrible tiniebla de la luz solar,
me acechan ojos enemigos,
formas grotescas que me vigilan,
colores hirientes lazos me están tendiendo:
¡son monstruos,
estoy cercado de monstruos!
No me devoran.
Devoran mi reposo anhelado,
me hacen ser una angustia que se desarrolla a sí misma,
me hacen hombre,
monstruo entre monstruos.
No, ninguno tan horrible
como este Dámaso frenético,
como este amarillo ciempiés que hacia ti clama con todos sus tentáculos enloquecidos,como esta bestia inmediata
transfundida en una angustia fluyente;
no, ninguno tan monstruoso
como esa alimaña que brama hacia ti,
como esa desgarrada incógnita
que ahora te increpa con gemidos articulados,
que ahora te dice:
«Oh Dios,
no me atormentes más,
dime qué significan
estos monstruos que me rodean
y este espanto íntimo que hacia ti gime en la noche.»

                                                                                              Dámaso Alonso, Monstruos (1944)

El poema Monstruos forma parte del relevante libro Hijos de la ira. Esta obra de Dámaso Alonso, al igual que Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre, fue publicado en el año 1944, y se convirtió en un auténtico revulsivo. A partir de esta fecha, ambos libros hacen surgir la “poesía desarraigada”: una poesía existencial, que representa la angustia del hombre por el tiempo y la muerte en aquellos tiempos de represión, injusticias, hambre y parálisis social.

“Yo escribí Hijos de la ira lleno de asco ante la estéril injusticia del mundo y la total desilusión de ser hombre”. Las propias palabras de Dámaso Alonso reflejan lo que él escribió en este poema: vive en un mundo lleno de maldad, en el cual le acechan monstruos. Se puede apreciar un aspecto religioso, pero un tanto problemático y difícil. Se podría decir que Dámaso Alonso intenta representar a la humanidad: el hombre se convierte en bestia monstruosa en su caída en el mal, pero al mismo tiempo se «rebela»  y pide explicaciones a Dios por ese mismo mal y el sufrimiento que provoca.

Aunque se dice que, frente al formalismo del verso clásico y el lenguaje cuidado y poético de la poesía dominante en aquel momento, Hijos de la ira está escrito con un estilo y lenguaje sencillo y cotidiano, con una «expresión desoladora y amarga de la realidad»,  mi opinión es que este poema en particular no tiene un lenguaje tan cotidiano y sencillo para un público general, ya que usa unas comparaciones y antítesis un tanto confusas:»Bajo la penumbra de las estrellas y bajo la terrible tiniebla de la luz solar…»

Esta oración matutina que Dámaso comparte con nosotros, nos muestra toda esa angustia dentro de él, esos deseos de vociferar y gemir al cielo ante el mundo rebosante de caos y de injusticia que nace de ellos, los hombres.

                                                                                                                                Santiago Gallego

Perfección

Queda curvo el firmamento,
Compacto azul, sobre el día.
Es el redondeamiento
Del esplendor: mediodía.
Todo es cúpula. Reposa,
Central sin querer, la rosa,
A un sol en cénit sujeta.
Y tanto se da el presente
Que al pie caminante siente
La integridad del planeta.

 

Jorge Guillén,

Perfección, 1950

 

El poema «Perfección” fue escrito por Jorge Guillén en 1950. Guillén es uno de los poetas españoles destacados de la generación del 27. En su poema se encuentran algunas de las características de la generación como el surrealismo y la belleza a través de la imagen. De este modo, Guillén intento lograr la pureza de la expresión y de su poema.

El tema del poema es la definición de lo que es la perfección. Todos creemos que la perfección es la vida lujosa con muchas riquezas, sin ningunos obsáculos. Sin embargo, la perfección no necesariamente tiene que ser así. En realidad, se puede encontrarla en cualquier lugar alrededor de nosotros. La naturaleza y el mundo no necesitan mejoramientos. Por eso, no hay que esforzarse para hacer nuestra vida perfecta, sino buscarla en lo que ya tenemos.

Para transmitir este mensaje, Guillén describe un momento perfecto, pero no extraordinario. En este caso, el poeta la encuentra en una simple pero preciosa imagen (el cielo azul durante el mediodía, la rosa, el sol…). Desafortunadamente, nunca nos fijamos y entonces no encontramos esta perfeccion. Nuestra negligencia y mala opinión del mundo esta representada por el caminante que siempre seguirá yendo y sin darse cuenta que la perfección esta al lado suyo.

La definición de la perfección de Guillén intenta persiguir que deberíamos fijarse mejor en lo que esta cerca se nosotros. Deberíamos disfrutar de lo que tenemos y de nuestro modo de vida. La perfección no son las riquezas, sino la belleza.

Filip Tomczyk

A MANUEL MACHADO

 

Porque se llama Manuel
y Machado se apellida,
en su verso Muerte y Vida
juegan partida y nivel.

¿Quién vence? Tablas. Y él,
banderillero de Apolo,
supo, cantó y está solo:
ese poeta chapado
que se apellida Machado
y le llamaban Manolo.

 

Gerardo Diego, 1939

 

Este poema llamado “a Manuel Machado” fue escrito por Gerardo Diego en 1939 dedicado al poeta español. Gerardo Diego es un autor y un claro representante de la Generación del 27 por poder turnar ambas la poesía vanguardista y tradicional. Escribió alrededor de cuarenta y cinco poemas, y en 1979 ganó junto a Jorge Luis Borges el Premio Miguel de Cervantes. En sus poemas trato muchos temas, como el paisaje, la religión, la música, los toros, el amor, etc. Pero en este poema no usa ninguno de esos temas, sino que en este poema, el tema es una dedicatoria al poeta Manuel Machado.

El Tema de este poema es una dedicatoria a el increible poeta Manuel Machado. Habla de los grandes mensajes que mandaban sus obras como “En su verso Muerte y Vida”.

El poema está repartido en diez versos divididos en dos estrofas, la primera con cuatro versos, y la segunda con seis. Cada verso dispone de ocho sílabas, con rima asonante una estructura ABBA.

En el verso ocho Gerardo Diego escribe “ese poeta chapado”. Chapado es algo hermoso, gentil o gallardo. Este es un ejemplo de lo mucho que halaga y admira Gerardo Diego a Machado. Ese verso es una etopeya porque es una descripción del carácter. En el verso 6 observamos una metáfora “Banderillo de Apolo”. Es una metáfora porque una persona no puede ser un banderillo; torero que pone banderillas. Hay también una personificación en el verso tres y cuatro “en su verso Muerte y Vida juegan partida y nivel.” Es una personificación ya que es algo que no pueden hacer.

En conclusion este poema lo escribe Gerardo Diego para poder resaltar la legendaria manera de escribir de Manuel Machado. Al leer el escrito, se puede deducir que eran personas muy cercanas.

 

Pablo Martinez Encinar

 

Para vivir no quiero…

Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!

Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».

Pedro Salinas,
La voz a ti debida, 1933

 

El poema forma parte del libro La voz a ti debida, publicado en 1933, uno de la trilogía que, junto a Razón de amor (1936) y Largo lamento (1938), el autor dedica al amor. Dentro del grupo de la Generación del 27, Pedro Salinas es un claro representante de la poesía pura y este poema es una muestra clara de ello: búsqueda de lo esencial, de lo inmutable, a través de las palabras justas y exactas, sin adornos retóricos.

El tema del poema es el amor entre dos personas, pero el amor despojado no solo de lo innecesario y superfluo, de todo lo accesorio, sino de aquello que, incluso siendo profundamente humano (el nombre, la historia…), no puede formar parte de la esencia profunda del amor.

En esta búsqueda de lo esencial, el autor se sirve del juego entre los pronombres personales de primera y segunda persona (¿qué puede ser más esencial que representar a dos amantes con el «yo» y el «tú» despojados de todo lo demás?). Y opone la «desnudez» de los pronombres a diversas enumeraciones que expresan todo aquello con lo que «vestimos» la vivencia del amor (islas, palacios, torres… los trajes, las señas, los retratos… los nombres, los rótulos, la historia). El estilo nominal (uso, sobre todo, de nombres) subraya la búsqueda de la esencia, sin calificativos ni adornos, de aquello que el poeta quiere expresar. Los adjetivos apenas aparecen para definir a la amada: «pura, libre, irreductible», que siempre termina siendo «tú». 

Esta expresión de la esencia del sentimiento amoroso que comparte Salinas nos hace pensar que el poeta habla más de la idea del amor que de una relación amorosa en particular.

María Moreno